Cómo gestionar las rabietas de mi hijo/a
Artículo creado por la Dra. Giulia Mari.
¿Qué son las rabietas y los problemas de conducta en niños?
Las rabietas son explosiones emocionales intensas y a menudo incontrolables que experimentan los niños. Se manifiestan a través de llantos, gritos, pataletas, y en ocasiones, comportamientos agresivos.
Aunque son comunes en la infancia, especialmente entre los 1 y 4 años, es importante diferenciarlas de los problemas de conducta más persistentes que pueden requerir una intervención especializada.
Aunque las rabietas formen parte del proceso normal de desarrollo y de exploración del niño, pueden a menudo transformarse en un patrón de conductas inadecuadas.
¿Cómo nos afecta como padres?
Las rabietas pueden ser extremadamente desafiantes para los padres. La sensación de impotencia, frustración y culpa es común. Muchos padres se preguntan si están haciendo algo mal o si su hijo tiene algún problema.
Es importante recordar que las rabietas son una parte normal del desarrollo infantil y que la mayoría de los niños las superan con el tiempo. Sin embargo, es fundamental contar con las herramientas adecuadas para gestionarlas de manera efectiva.
¿Puedo estar involuntariamente consolidando estas rabietas?
A menudo, sin darnos cuenta, los padres pueden reforzar las rabietas, es decir, hacer que sean más frecuentes o intensas involuntariamente.
Esto ocurre por ejemplo cuando cedemos a las demandas del niño durante o después de una rabieta para que se calme. Aunque la intención es calmar al niño, esta acción envía el mensaje de que las rabietas son una forma efectiva de conseguir lo que se desea.
Otras formas de refuerzo involuntario incluyen:
- Prestar atención excesiva: A veces, reaccionar de manera exagerada a las rabietas, puede aumentar su frecuencia e intensidad.
- Amenazar o castigar: Estas estrategias pueden escalar la situación y generar más estrés tanto para el niño como para el padre.
- Ser inconsistente: Cambiar constantemente las reglas o las expectativas puede confundir al niño y dificultar la gestión de sus emociones.
¿Cómo gestionar estas rabietas de forma eficaz?
- Mantén la calma
- Identifica los desencadenantes
- Establece límites claros y consistentes
- Ofrece atención a las conductas adecuadas
- Enseña habilidades para manejar las emociones
- Busca apoyo profesional para recibir pautas prácticas y eficaces