Fascitis Plantar: Causas, Diagnóstico y Opciones de Tratamiento
Artículo creado por el Dr. Álvaro Vargas.
La fascitis plantar es una de las causas más comunes de dolor en el talón en adultos, afectando cada año a más de un millón de personas. Aproximadamente dos tercios de los pacientes buscan ayuda de su médico de cabecera debido a la incomodidad en el talón, que puede volverse limitante. Esta condición no solo afecta a personas activas, sino también a quienes llevan una vida más sedentaria, siendo el sobrepeso, la pronación excesiva del pie, el correr en exceso y el estar de pie durante largos periodos factores de riesgo para desarrollarla.
Diagnóstico de la Fascitis Plantar
El diagnóstico de la fascitis plantar se basa principalmente en la historia clínica y el examen físico. Los pacientes suelen presentar dolor en el talón al dar los primeros pasos en la mañana o después de estar sentados durante mucho tiempo. Este dolor se describe frecuentemente como agudo, especialmente al presionar la zona de la fascia plantar en el borde interno del talón.Por lo general, no es necesario recurrir a estudios de imagen para confirmar el diagnóstico inicial de fascitis plantar, salvo en casos resistentes al tratamiento o cuando se necesita descartar otras patologías. La ecografía y la resonancia magnética se reservan para estos casos, observándose generalmente un engrosamiento de la fascia plantar en pacientes con esta condición.
Tratamientos Conservadores para el Dolor en el Talón
La mayoría de los pacientes experimenta una mejoría significativa con tratamientos conservadores. Entre las medidas iniciales recomendadas se encuentran:- Reposo y modificación de actividades: Evitar actividades que generen presión en el talón ayuda a reducir el dolor.
Masaje con hielo: Aplicar hielo en el área afectada reduce la inflamación. - Analgésicos orales: Los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) ayudan a controlar el dolor.
- Estiramientos específicos: Los ejercicios para estirar la fascia plantar y el tendón de Aquiles mejoran la flexibilidad y reducen la tensión.
Si el dolor persiste después de algunas semanas de tratamiento, pueden añadirse opciones como la fisioterapia, el uso de plantillas ortopédicas, el uso de férulas nocturnas y, en algunos casos, inyecciones de corticosteroides. Según estudios, el 90% de los pacientes logra una mejoría notable con estas técnicas conservadoras.